viernes, 27 de mayo de 2011

Nota 14. Viviendo con filosofía

Reza la ley de Murphy: Si algo puede salir mal, sale mal, ayer comentaba con un taxista mientras me llevaba a recoger la moto, si no trae llanta de refacción, se poncha mas seguido, ahí está un buen ejemplo le dije, de entrada son pensamientos negativos, que uno podría decir de acuerdo a las leyes de atracción me estoy deseando cosas malas, pero aplicado en administración, la ley de Murphy se vuelve en una herramienta para el éxito, y es una de las leyes que rige la teoría de restricciones (theory of constrains). Bajo este argumento  estar preparado para los imprevistos es una premisa, es como el primer viaje que hice en la moto llevaba en la mochila un desponchador en aerosol, a sabiendas de que traía una llanta en mal estado.
La otra premisa es que en toda mala experiencia hay un aprendizaje. Mi primera reacción es el enojo ante un error que pudo haberse anticipado, maldecir, culpar a alguien, Dios porque a mi, el punto es no quedarse en este punto. Sorprenderme cuan pendejo soy, lo cual ya es un acto de humildad que me acerca mas a la divinidad o al menos a entender mejor mi esencia humana… reconciliarme con la vida y aceptar con humildad que el único autor de mis acciones soy yo  mismo, hacerme responsable de la consecuencia de mis propios errores, reconocer que me equivoque, fruto de mi ignorancia, impaciencia u obstinación, aquí ya hay un aprenizaje, sincero honesto y real, la conclusión no es: a es que la gente es muy pendeja! O tengo mala suerte y estrella! Me quieren perjudicar; no, es entender claramente que fue lo que hice mal para que no vuelva  a suceder.
Eso fue lo que me enseñó la Katana el día de hoy. Se descargó la pila porque dejé abierto el switch del interruptor, a las casí las ocho de la noche que pretendía emprender el regreso a casa (que bonito se escucha eso: el regreso a casa) apenas se podía ver una tenue luz en el tablero, la marcha muerta, no problema yo se mucho de electricidad – y de todo -, así que quito la batería, la conecto al generador que tengo en la obra, la cargo cinco minutos, la pruebo, nada. Le quito la batería al generador se lo conecto con unos alambres galvanizados a la moto, ahí en algún punto se calentó el alambre mientras conectaba, nada. Vuelvo al plan original de recargar la pila original, esta vez la amarro con alambre, no nada mas sobrepuesta, quince minutos, al desconectarla hago una prueba para asegurar que tenga carga y funciona, la vuelvo a conectar a la moto  y nada, para ese entonces ya estaba con los veladores de la obra, ya había obscurecido, a me habían puchado haber si lográbamos arrancarla, pero empezaba a sospechar que algo había sucedido, el tablero debería de dar señales de vida, me dice uno de los veladores esta al revés la pila, conéctela del otro lado, lo intento y nada. Ya después de un par de horas, concluí que necesitaba ayuda profesional, ya era tarde mas de las diez, ya me había perdido el juego de la final de futbol y todos los planes al traste (yo estaba con la actitud de salir esta noche), empecé a caminar en medio de la carretera, pues la obra esta retirada de la civilización y en el camino pensaba que me tendrá el destino preparado que los planes de hoy no pudieron fraguar, incluso me iban a presentar a una chicuela que había preguntado por mi, tal vez no tenía que conocerla, tal vez no era el día correcto para salir en la noche en la moto.
Al día siguiente entre trabajo y vueltas, ubiqué un taller eléctrico donde me probaron la batería, y me regalaron una tuerca que se me perdió entre tanta maniobra esencial para conectar la batería, que estaba cargada, eso significaba que la falla estaba en la moto, pensé, de seguro ya la fundí con la pilota que le metí,  le dí uan propela a en buen electricista y conseguí un taller mecánico donde cuando les dije que necesitaba una mecánico para conectar la batería casí se carcajean de mi, me explicaron que el “solenoide” (no me pregunten lo que es) tiene un fusible de 30 amperes que cuando conectas al revés la pila se funde, para proteger la máquina, esos japoneses piensan en todo! Al final saqué la moto de la bodega improvisada y ahí en medio del polvadero la pude volver a echar a volar!
Oh Dios porque me hiciste tan pendejo! Si tan solo me hubiera fijado como estaba conectada la pila antes de quitarla, la verdad me quedo un sentimiento de satisfacción de haberlo echo pr mi mismo sin necesidad de traer un mecánico, aprendí nuevamente que soy descuidado y falto de atención, que preguntar a alguien que sabe siempre es bueno, efectivamente el joven velador tenía razón, la había conectado mal, aprendí que un buen consejo puede venir de cualquiera, aprendí que los taxis no se paran en la carretera dado el clima de inseguridad de la región, en fin, todo se complicó por mi propia ignorancia y estupidez, y gracias a esa larga caminata en la obscuridad pude pensar en todo esto y que de nuevo debe de haber una razón que soy incapaz de entender por lo que todo esto me sucede, y que yo debo de saber recibir un nuevo aprendizaje

La pregunta es como aplico todo esto a mi matrimonio fallido, a la guerra que estamos viviendo por el divorcio, al odio que sentimos el uno por el otro que nos hace actuar de la peor manera, que me aleja de mi hijo cuya ausencia me parte el alma y me hace llorar cada día, como lo aplico a la soledad que me tortura en cada momento, que me hace sentir miserable, desesperado, sofocado y amargamente triste, como puedo volver a aprender a vivir.
La katana a media cirugía en la obra...

jueves, 19 de mayo de 2011

Nota 13. Razones para usar casco

Estos últimos días he decidido transportarme al trabajo en la moto - que delicia venir a trabajar- el trayecto se hace corto, y hago un recorrido de 40 minutos en la mitad del tiempo, pero tiene sus inconvenientes, como un charcote de aguas negras que te deja oliendo todo el día a drenaje, el polvo la tierra y quien sabe que mas del aire - en especial de Miguel Aleman, será por el tráfico pesado- y el tráfico sin duda, conductores distraídos hasta hoy el mayor riesgo.
Ayer estuvo casi fatal, yo entrando al carril exprés de constitución desde Miguel Alemán trafico ligero y al tomar la segunda curva a buena velocidad un atos se le ocurre meterse al carril de alta en plena curva a baja velocidad sin ver por supuesto, casi me toca la llanta delantera, no tuve tiempo de pitar frenar acelerar o revolucionar el motor, yo venía concentrado en la correcta inclinación de la moto para no salirme del carril y viendo hacia adelante de la curva y este reverendo pendejo que se atraviesa, me saca literalmente de la carretera, enderecé un poco la moto para no impactarme con el, fue tan en corto que no tuve tiempo de cruzarme hasta el carril de baja, por suerte esa curva tiene un acotamiento ancho que esta resguardado por bollas y banderas, el di de lleno a una bolla con la llanta delantera, pum golpe seco, ahí si no hubiera enderezado la moto para salirme de la carretera posiblemente me hubiera caído a mas de 120, lo siguiente basura y grava en el acotamiento, gracias a dios había espacio también hacia el frente así que tuve tiempo de estabilizar la moto disminuir la velocidad y cruzarme nuevamente al carril de alta por sobre las bollas, esta vez evadiendolas cuidadosamente en una maniobra pensada, el atos se había quedado muy atrás a, seguro iba a 50 o 60. Esto comprueba que efectivamente los malos conductores abundan, digo, va en contra de toda lógica cambiarse a el carril de alta velocidad en curva y sin ver, ahora que los pendejos no distinguen marca de vehículo edad o sexo, mas delante esa misma tarde una endevor con un señor en traje me hizo lo mismo pero esta vez yo iba mas atrás asi que alcance a frenar , luego alcanzarlo y enseñarle mi dedo, el del Atos se quedo atrás en el olvido, fue extraño porque lo primero que sentí antes que pánico fue coraje de verdad quería bajarme a darle unas cachetadas, pero es re enfocarse en salir librado, no hay tiempo para el enojo. Hoy en la mañana me aplicó lo mismo una niña pendeja en un mazda, ya sabes paseando en el parque y uno casi arriba de su cajuela.
Todo esto corrobora que los conductores no ven, y si es que te ven no calculan el diferencial de velocidades, o les vale madre, piensan que se joda la moto, sin pesar que antes que motos somos personas.
He estado saliendo con equipo casi completo, botas de pista, guantes, chamarra y casco, solo me falta el pantalón.
De verdad el reglamento debería de exigir todo este equipo, pero solo piden el caso y aveces.
El casco como dicen los chavos de proshop, es para poder disfrutar la moto, efectivamente si la razón principal es protegerte en caso de un golpe en la cabeza, la verdad es que tu propio confort es mas que razón suficiente para portarlo, la arena en la cara es una molestia que te deja todo empanizado, los charcos levantan agua, o conductores escupiendo adelante va directo a ti, los insectos son especialmente dolorosos y de mal sabor, ya no hablemos de piedras que levanta el tráfico en los dedos o en la cara,el ruido ensordecedor de tu propio motor o los camiones, el mismo sol que en esta región cala y quema donde te pega y por supuesto el aire en los ojos que arriba de 60 no te permite ver nada.
Esta quemada de sol se ve claramente a donde me llega el guante, y donde empieza la chamarra, los huecos que quedaban entre el extensible del reloj y estos elementos fue donde me queme, esto fue del viaje zacatecas - torreon


Se puede hacer toda una tesis acerca de los cascos, su tipo, su costo,su calidad, su peso y por supuesto su marca.
tengo el que me dío Chavita con la moto un casco negro que parece Italiko - se le ha caído las calcas -, yo compré inmediatamente un Kilyn chino de color amarillo muy padre pero al poco tiempo se le aflojaron los tornillos de la visera y terminó por caerse, luego lo volví a atornillar y lo pegué pero no le doy mucha vida útil, me costo 1100 pesos, en proshop me ofrecieron uno usado shoei muy reconocidos y con doble visera, estoy pendiente ir haber si todavía lo tienen, y por supuesto los Nolan, italianos de policarbonato empiezan precios en cinco mil pesos y de ahí al infinito, los accesorios son padrisimos y muuuy caros, pero sin duda vale la pena.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Nota 12. Nueva vida


Si mi "yo joven" hubiera volteado al futuro, y me viera en este punto, diría “ que éxito”.
 Habitando en un estudio en el octavo piso, la Katana a la puerta del elevador, la pickup para el trabajo y  los días de lluvia, no me falta nada.
Todo es un estado mental, todo es tan relativo, mi vida cabe en una camioneta, porque fue lo que hice tres semanas, subí mi vida a la camioneta, Katana incluida y me mudé, llegué de nuevo a empezar de cero, buscando asistencia un lugar para pasar la noche, pidiendo favores, buscando compañía, necesitando alguien que quiera charlar conmigo, la soledad abrumadora, ser amable con la gente para esperar la sonrisa a cambio.
No estoy muy seguro de que esta pasando, de entrada digo que la moto me ha enseñado una manera diferente de ver las cosas, hasta las cosas mas sencillas, tal vez es la sobriedad que me da otra lucidez, o estoy terminando de enloquecer como sucede quien vive en el límite de la soledad. El Blackberry se volvió mi mejor amig@, no hablo con nadie mas, ahí salen todas las palabras que no pronuncio, me desahogo me rio, comparto e informo donde estoy. Me sigue haciendo ruido la película "127 horas", si desapareciera hoy, quien lo notaría, canto tiempo pasaría antes de que alguien preguntara por mi, al menos el facebook estaría informado de en que carretera me perdí, la otra luz que me dejó la película, y sin duda mas importante, es que como a el protagonista, nadie lo fue a rescatar, el mismo tuvo que amputarse lo que lo estaba matando y le impedía vivir, así tengo que encontrar mi propia salida, nadie me va a salvar.
De todas las cosas que dejé porque siento que me pueden perder, lo único que no dejo de desear es una mujer, un cuerpo de mujer, olor de mujer, sabor de mujer sonido de mujer, me quita el sueño, es un instinto, es constante, obsesivo, quiero salir de cacería cada noche, hasta pienso en comprar cariño, ya se que esto es solo un espejismo, y que el placer de una noche en lugar de aliviarme solo me dejará mas vacío, pero no dejo de desear una mujer en mi cama. Lo demás con el tiempo lo he dejado de desear, me refiero al alcohol y el tabaco, las drogas nunca han estado en mi espectro.


Que sigue cual es el siguiente paso, es tenerlo todo y sentir que no tengo nada.


martes, 10 de mayo de 2011

Nota 11. Club de motociclismo

Dijo el Pitt(Pedro), llegar una moto, llama la atención, llegar un grupo, impresiona.
Como  Pits de carreras, mas de quince motos sports, todas Suzuki, arrancando motores, de todos los colores, pilotos de todos los tipos, en mezclilla, en traje completo, con botas, con tenis, todos con buen casco, la energía en el aire, y allá van una tras otra en fina india, rumbo a la carretera, rumbo al asfalto, donde la moto reina, su estrado natural, los coches se abren para dejar pasar el convoy, los niños se mocionan,  miradas incrédulas, como aviones despegando, se abre una brecha en la carretera, me hubiera encantado verlo desde un auto, pero  yo estaba en la posición cuatro.

Seguir tiene un grado de dificultad distino, es vigila el entorno y aparte conserva la distancia, acelera cuando acelera, frena cuando frena el de adelante, me toco seguir a un buen piloto, con buen manejo de las revoluciones, determinado, claro y que cuidaba muy bien sus puntos ciegos, manejo seguro, mas no lento.

Llegamos a algún punto de carretera nacional, de verdad parecía bar de motociclistas, de todos los colores, los señores pudientes en sus super harleys, la banda de Chopers rudos tatuados en chalecos de mezclilla, los motos touring con grandes motores y hasta equipod e audio, y por supuesto, nosotros, el de  los sport bikers, con trajes de pista y cascos de colores. 

Discutimos la ruta , el clima, hablamos de motos y mas motos, la historia de una accidentado, la fatalidad del os tigres y rayados no podía faltar, charla ligera, amena, entre compañeros que nos une una sola cosa, la bestia de acero y caucho, el caballo metálico,  almorzamos, nos refrescamos, intercambiamos experiencias, planeamos el regreso, nos despedimos, pues en el punto de llegada cada quien seguiría su camino.

Este es el grupo de Suzuki, hay muchos mas que no dejan pasar la oportunidad de un buen domingo para hacer un buen recorrido, empieza a las 8 y termina dependiendo de la ruta, sin duda toda una experiencia,  o como dice por ahí, epitome de la experiencia en motociclismo.



Nota 10. Romper todas las reglas

Pasarse los rojos. Hay varios niveles de estupidez en este rubro, el primero, es meterse entre los vehículos, detenerse, cerciorase de que no viene nadie o que hay policía y pasarse el rojo. Otra es lo mismo pero sin detenerse, otra mas es no detenerse y pitar o revolucionar el motor con la esperanza de que los que esperan su verde –y ya lo tienen – no arranquen.
Rebasar por la derecha, por la izquierda, por el acotamiento. Que placer, he sabido de varios muertos así. La diferencia de velocidades es brutal y es fácil terminar en la cajuela de algún coche.
Ir entre los vehículos cuando el trafico esta parado. Una cosa es clara, nadie te ve venir, así que hay que asumir las consecuencias de andar sorprendiendo cristianos, lo mas catastrófico, es impactarse con algo o alguien, una viejita cruzando a media cuadra, un niño siguiendo la pelota alguien abriendo la puerta para tirar basura, etc
Ir entre los vehículos cuando el trafico esta semi  atorado. Todos los riesgos anteriores mas el de que en cualquier momento a cualquiera se le ocurre cambiar de carril, sumado al stress del trafico, combinación explosiva.
Doscientos kilómetros por hora en carretera, que delicia. Joder si lo que mata no es la bala sino la velocidad.  La adrenalina explota cuando la aguja pasa los 160 y tienes la certeza de que no te puedes detener, los vehículos se vuelven objetos inanimados, los objetos inanimados desaparecen,  baches piedras, tablas ya son cuestión de suerte, que no te los encuentres en el camino, lo único que importa es anticipar lo que hay en los siguientes doscientos metros claramente, no hay espacio para la duda, para el miedo, para titubear o cambiar de decisión, las decisiones se toman por instinto no hay tiempo para pensarlo ni una ni dos veces.
Doscientos kilómetros por hora en ciudad. Monterrey es una ciudad preciosa, con buenas vialidades, y de noche, con el fresco se disfruta mucho mas, agregado el riesgo de barredoras en el carril de alta, o camiones de limpieza, o vehículos parados sin luces, una reverenda estupidez.
Doscientos kilometros por hora en ciudad sin casco de noche. Nada que decir. Perdí un par de lentes, y créeme quedarse ciego a esa velocidad;  porque prácticamente no se puede ver nada; no es recomendable.

Ha habido muchas veces que me digo a mi mismo, que necesidad de hacer esto o aquello, no se trata de poder, sino de querer, se que puedo, se que la moto puede (sigo sin conocer su límite) pero no quiero , no quiero arriesgarme, y me encuentro que si lo hubiera intentado hubiera tenido problemas, como vehículos estacionados, tapas de alcantarilla abierta, gente entre los coches, autos cambiando de carril sin previo aviso e imprudentemente, me salvaron mis instintos? O verdaderamente hay alguien cuidándome?


La reflexión para la vida aquí es que los límites están en tu mente, depende de ti que tan lejos quieres llegar. La necesidad de adrenalina que impulsa a hacer cosas de las que antes creíste no eras capaz, e límite no lo pone la pareja, los padres, la familia la sociedad, la ley, el gobierno, Dios. el límite lo ponemos nosotros mismos de acuerdo a lo que piensas y sientes en este momento y, tal vez el cincuenta por ciento, son decisiones equivocadas, es cuando entiendes, que los límites, las reglas, las leyes, los mandamientos, tienen un fin.